Fotos/Yaneth Jiménez Mayorga
Hace más de quince años, y en contra de muchos, campesinos del municipio empezaron a sembrar el producto, con la expectativa de tener alternativas económicas. Los frutos ya se empiezan a ver.
La ‘Villa de la Santísima Trinidad de los Muzos’, enclavada sobre una verde llanura rodeada de imponentes cerros, y exuberante vegetación, donde habitaron los aguerridos indios Muzo, se erige como referente de la Provincia de Occidente del departamento de Boyacá por ser la capital mundial de la esmeralda, pero también por ser una población con un alto potencial de desarrollo en diversos sectores.
Con 464 años de historia, Muzo, el pequeño poblado fundado el 20 de febrero de 1559 por Luis Lancheros, es uno de los más prolíficos en recursos agrícolas, gracias a la calidad de sus tierras, convirtiéndose en una de las grandes esperanzas y apuestas de los muceños como alternativa de desarrollo económico donde el cacao es protagonista.
Para Deyi Achury Ortega, productora cacaotera en su finca El Jardín, de la vereda Guazo, “el cacao surge como una respuesta para muchas familias de Muzo que ya no viven de las esmeraldas o que quieren explorar otras alternativas, lo que se favorece gracias, en gran medida, a las condiciones climáticas del territorio, a la rentabilidad que ofrece, a que es un producto que se da casi que todo el año, a la alta demanda y a su fácil comercialización”.
Pero también a las oportunidades de desarrollo sostenible que ofrece el sistema productivo de cacao, como lo ha señalado Eduard Baquero López, presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Cacaoteros- Fedecacao-, “ya que además de soportar económicamente los proyectos de vida familiar campesina, garantiza el respeto por la biodiversidad y arraiga socialmente a las personas a sus territorios, constituyéndose así en una de las mejores alternativas para el afianzamiento de la paz en la ruralidad colombiana”.
A ello, se suma el apoyo y capacitación que han recibido los campesinos cacaoteros por parte de entidades como el ICA, que les presta acompañamiento con visitas y vigilancia fitosanitaria, y a través de actividades como talleres teórico prácticos en Manejo Integrado de Plagas, MIP, que incluye la combinación de diferentes actividades como el uso de clones resistentes a plagas, manejo de distancia de siembra, manejo de sombra, podas sanitarias, podas de formación, recolección de frutos enfermos, cosecha oportuna, fertilización adecuada, monitoreo, control biológico y químico, entre otras.
Grano a grano
En esta misma línea, Corpoica y el Banco Agrario han brindado programas de asistencia técnica, que les ha facilitado llevar a cabo mejores prácticas en cada uno de los procesos de cultivo y ofrecer un producto de mayor calidad, resalta Achury.
Calidad que ha sido reconocida internacionalmente y que les ha permitido a los campesinos de Muzo, Quípama, Pauna y San Pablo de Borbur, llegar a mercados externos. Muestra de ello, fueron las más de 50 toneladas de cacao seco exportadas en febrero de 2022 a Europa, por parte de Furatena Cacao, empresa de las Compañías Muzo Colombia.
“Uno de los valores agregados del cacao muceño es que el proceso de producción es totalmente orgánico, “lo único que le aplicamos al suelo son unas enmiendas como cal para bajar su acidez, por lo demás, todo es orgánico, utilizamos abono producido del mismo cacao, sistema de compostaje, el secado manual, y así con las otras etapas del proceso, eso ha permitido que en Colombia seamos, desde hace un tiempo, proveedores del cacao seco para la creación de productos y subproductos de la Compañía Nacional de Chocolates.”.
Esto ha propiciado que el producto llegue a mercados internacionales como Suiza, referente del chocolate procesado, gracias a la gestión de Minería Texas Colombia (MTC) que está impulsando el cacao en sus planes de responsabilidad social.
Las expectativas son enormes, pues según cifras de la Organización Mundial de Comida y Agricultura de Las Naciones Unidas- FAO-, el mercado chocolatero mundial está avaluado en más de 105 billones de dólares y la producción del cacao, su principal ingrediente, se configura como uno de los productos más prometedores del sector agrícola durante la última década, logrando un incremento global del 2,2% anual durante los últimos 20 años.
Como parte esta apuesta por el cacao, un proyecto que ya lleva más de 15 años, se han realizado diversos eventos en torno al producto, entre ellos, el primer festival del cacao de Boyacá llevado a cabo en Muzo en el 2018 en el que participaron organizaciones como Fedecacao, Furatena Cacao, MuzCacao, ACC – Gestando, Sat la Nueva Gema, Funredagro, apoyadas por la Gobernación de Boyacá, la Secretaría de Fomento Agropecuario y la Alcaldía de Muzo.
“En el 2020 logramos comprar más de 400.000 kilos de cacao a los productores de la región que equivalen a más de 3.500.000.000 de pesos y beneficiando a más de 1.000 familias que viven del cultivo de cacao; además, hemos podido exportar cerca de 300.000 kilos de cacao colombiano a los principales mercados en Europa y todo el mundo”, indica Ana María Camargo, jefe de proyectos de Furatena Cacao.
Los retos ahora apunta Achury a conseguir una mayor mano de obra, involucrar a los jóvenes en el trabajo del campo como una manera de mantener esos saberes ancestrales y así asegurar la transferencia de conocimiento, que los productores pasen a ser comercializadores, y a transformar el cacao en productos y subproductos a base chocolate.
Una nueva joya emerge en el occidente boyacense, en Muzo.
*Tomado de: https://www.radionacional.co/actualidad/campo-colombiano/cacao-made-muzo-de-clase-mundial