Moscas soldado negro. FOTO/AGRONEGOCIOS
En Colombia se pierde cerca de 12 millones de toneladas de residuos, de los cuales cerca de 60% son orgánicos, lo que genera un impacto ambiental de 27 millones de partículas de CO2 que aportan al efecto de gas invernadero.
Biofly es una empresa, de base biotecnológica, que usa estos residuos orgánicos y los utilizan para producir, de forma sustentable insumos de origen biológico como lo son la proteína y las grasas. Estas las producen como fuente de alimento para mascotas y el sector de la avicultura. El objetivo de la empresa es recuperar la energía que aún existe en los recursos orgánicos.
“Nuestro lema es, la energía de la naturaleza no se crea ni se destruye, solo se transforma”, comentó Andrés Camargo, fundador y CEO de Biofly.
Los productos son hechos con ayuda de hermetia illucens, más conocida como moscas soldado negras, usadas en su etapa como larvas. Después de recolectar residuos de toda la producción de alimento, fruta, segmento de leche, panadería e incluso segmento cervecero, entre otros, el insecto se come todos los residuos, y durante el proceso de biorreacción se genera la proteína y grasa.
“Las fuentes de proteína tradicional en el mundo son soya y harinas de pescado, que ambas son bastante insustentables; básicamente porque, si usted quiere producir más soya, tiene que tumbar más bosques, que es la problemática que actualmente está pasando en el Amazonas; y si quiere producir harina de pescado, tienes que ir al lecho marino y arrastrar más pescado para generar este tipo de ingredientes. Acá está generando un producto sustentable que no afecta los recursos naturales, y que calóricamente aporta lo mismo que ese tipo de ingredientes», comentó Camargo.
El proceso, según explico el fundador, es sustentable, ya que son de carbono neutral y provienen de un modelo de economía circular. Además el dinero deja de ser transitable, puesto que la mayoría de las fuentes de proteínas tradicionales, son importadas, Los precios varían entre $38.000 a $40.000 por kilo.
Los beneficios dentro del sector avícola se relacionan con la reducción del proceso de la conversión, el uso de harinas de insecto tiene la ventaja de aumentar la biodisponibilidad de aminoácidos. “Cuando usted le aporta mayor disponibilidad de aminoácidos a un animal, tiene la capacidad de producir más carne, esta es la diferencia entre nuestro producto y un producto tradicional”, explicó Camargo.