Barcos en el puerto de Rosario. Foto: Diario Norte

La sequía que está sufriendo Argentina, no solo está generando un importante problema medioambiental y un perjuicio para las cosechas y la ganadería, así como para el consumo humano e industrial, sino que también está afectando al comercio cerealista.
El río Paraná, uno de los mas importantes del mundo, se encuentra en su nivel más bajo de los últimos 77 años. Desde el pasado 1 de enero, el caudal de agua del Paraná ha perdido 58 centímetros. Ese días su nivel estaba en 36 centímetros y ahora está en 22 cm por debajo de cero (-22 cm).
El Paraná es la vía neurálgica por la que salen la gran mayoría de exportaciones argentinas, especialmente de cereales, desde el puerto fluvial de Rosario. Dada la situación del río, los barcos están cargando ( y por tanto, transportando) un 30% menos de lo habitual según la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas (CAPyM).
Desgraciadamente, las previsiones meteorológicas no son favorables.