Foto/eurocarne.com
En cuanto a las exportaciones, estas seguirán creciendo, pero a un ritmo menor del previsto, un 1,5% hasta los 3,90 millones de t, debido a las limitaciones impuestas en algunos de los principales mercados, como es el caso de China, y por los problemas y crisis de seguridad alimentaria que vive con momentos como la Operación Trapaça que ha afectado a algunas de las principales empresas avícolas del país.
Los países asiáticos y africanos serán los principales clientes para la carne de aves de Brasil como es el caso de Egipto, Emiratos Árabes Unidos o Kuwait. Hacia estos países las exportaciones podrían crecer en un 40% durante 2018. Además los exportadores brasileños han puesto sus ojos en dos mercados que acaban de ampliar su cuota de importación de carne de aves como es el caso de México y Brasil.
Es previsible que se incrementen los costes de alimentación animal, lo que reducirá el margen de beneficio de los avicultores. A este respecto cabe reseñar que durante 2017, debido a las cosechas de soja y maíz, el precio bajo en torno a un 9,41%.
El USDA apunta además a la volatilidad del real brasileño frente al dólar durante todo el año debido a las elecciones presidenciales.