Científicos del mundo están revolucionando el sector alimenticio creando nuevas formas de consumir productos de origen animal Por: Pixabay /Creative Commons
¿Se imaginan poder saborear un churrasco, un filete de pescado o unos nuggets de pollo y saber que ningún animal tuvo que morir para que ese bocado llegara a sus bocas? Comer carne de un animal sin tener que matarlo o lastimarlo sería una idea absurda hasta hace unos años, pero hoy la ciencia lo hace posible con el ambicioso proyecto Clean Meat, que significa carne limpia.
En la actualidad, existe un grupo bastante nutrido de científicos que solo se dedica a desarrollar tecnología para el sector alimenticio (food tech). Naturalmente, muchos de ellos tienen simpatía o contacto con colectivos vegetarianos y veganos, y en esa mezcla de saberes se trazaron un objetivo: producir carne que no implique sufrimiento de los animales.
Pues lo lograron. Hoy se pueden ‘fabricar’ nuggets deliciosos solo con arrancarle la pluma a un pollo. Esto es posible gracias a los avances en la investigación de reproducción de células y la ingeniería de tejidos. Los pioneros en el tema son los miembros de Memphis Meat, una empresa nacida en (dónde si no) Silicon Valley, California, y su sueño es cambiar para siempre la manera en que la carne llega a los hogares.

Basados en que cada ser vivo tiene una cantidad ilimitada de células que siempre se regeneran, los científicos las toman sin necesidad de hacer daño al animal. Una vez extraídas se las lleva a una especie de «gimnasio in vitro», como lo llama la prensa especializada, allí se les agrega nutrientes para que se multipliquen y formen tejido muscular.
No basta con que las células se multipliquen, también deben hacerlo rápido y en altas densidades. Para ello son ideales los nutrientes que provienen de las plantas, pues contienen una buena cantidad de proteínas. A través del envió de impulsos eléctricos y ese cóctel de «vitaminas», se estimula la protocarne para darle consistencia.
VENTAJAS DE LA CLEAN MEAT
La ventaja más obvia puede ser tan simple como genial: reemplazar la caza y aliviar el hambre del mundo. Pero hay muchas más, porque aparte de ser más amigable con los animales y el medio ambiente en general, también tiene mayores beneficios para la salud de los humanos.
CERO ENFERMEDADES
La gente puede pensar que porque esta carne se hace en un laboratorio es dañina, pero se sorprenderían al saber que es incluso más saludable que la convencional. La razón es que el animal del que se extraen las células es cuidado de manera especial y se asegura que no tenga ninguna clase de enfermedad. En el laboratorio, el método es tan riguroso como en cualquier proceso científico, lo que evita que está carne transmita enfermedades como la de “Las vacas locas”, salmonela, influenza, entre otras.
SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL
Cada día somos más en el mundo (se calcula que ya vamos en 7.500 millones) y cada día comemos más. La Organización de Naciones Unidas ha sugerido no consumir tanta carne pues estiman que la producción de este alimento debe aumentar a 455 millones de toneladas para satisfacer la demanda, eso es casi el doble de lo que se consume hoy en día.
Producir esa cantidad de carne o de leche, de la forma tradicional, requeriría:
Fuente: Reporte UNEP
Entonces, fabricar carne en laboratorios sería mejor para el planeta, aunque hay que buscar modelos de negocio que ayuden a que su precio no sea tan elevado y que la energía que se use en los laboratorios también sea ecológica.
EVITAR HAMBRUNA
La mayoría de los humanos demandamos carne diariamente y la producción no dará abasto. Criar animales para consumo es un proceso complejo que puede durar años, mientras que ‘fabricar’ la protocarne tarda solo semanas. Los creadores saben que su idea algún podría solucionar la inequidad alimentaria y garantizar proteínas en las mesas de todo el mundo.
PRODUCCIÓN CONTROLADA
Según estudios de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en América Latina, el 20% de la carne que se produce termina desperdiciada. Las pérdidas afectan a los productores y también el bolsillo del consumidor porque los precios se disparan. Con la Clean Meat, disminuir el desperdicio de carnes sería tan fácil como saber cuánta carne se necesita. La cantitad producida se ajustaría a los niveles de consumo y serían eficientes, sostenibles y justos.
YUMMY!
Sí, es comida saludable e incluye vegetales, pero no por eso tiene que ser menos sabrosa. Suena obvio, pero esta sabe igual a la carne ¡porque es carne! La vegana Emily Byrd, vocera de un instituto que promueve la carne libre de animales, dice: “para mi es raro hablar de ello porque no tengo otra forma de describirlo: sabe excatamente a pollo».
Según Álvaro Palacio, gerente general de la Asociación Hortifruticola de Colombia (ASOHOFRUCOL), «el 2017 fue un año muy bueno para continuar fortaleciendo el sector hortofrutícola de país». Hasta el tercer trimestre del año pasado, el agro aumentó la producción un 20% en toneladas y 15% en valor de ventas al exterior, al lograr 4,3 millones de toneladas valoradas en US$ 6.198 millones, comparándolo con los resultados del 2016, según indica MinAgricultura.
Para seguir en ese proceso de consolidación del sector agrícola colombiano, exportar los vegetales que necesitan los laboratorios que trabajan con el Clean Meat puede ser una buna opción para jalonar la industria agrícola. Los horticultores del país tienen cabida en este negocio y las compañías dedicadas a esta tecnología ya están en municipios de departamentos como Antioquia para surtirse de materia prima.

Este proyecto de alimentación futurista puede ser una brillante idea, que reduzca un montón de problemas, pero falta terminar de ajustar detalles que permitan su implementación.
La industria tiene muchos desafíos por delante, cómo buscar alternativas que ayuden a disminuir la energía usada en los laboratorios. Aparte, hasta ahora no hay viabilidad económica para comercializar el producto, pues solo ‘fabricar’ un kilo de Clean Meat sobrepasa los 18 mil dólares.